1. Oración Inicial: Hermano Jesús, envíanos tu
Espíritu Santo para comprender tú Palabra. Guía nuestros pasos, orienta nuestro
caminar, para que sigamos tu ejemplo, abriendo los brazos a los demás y
anunciando un Dios que se hace cercano para traernos la justicia y la paz. AMÉN. Cantar «Espíritu Santo Ven, Ven».
b. Leer el texto:
Marcos 9,38-48: Leemos este texto de Marcos con mucha atención, tratando de descubrir
el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad. Leerlo una
segunda vez.
c. Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo
de silencio, para que la palabra de Dios pueda penetrar en nuestros
corazones. Terminar cantando: «Tu Palabra me Da
Vida».
d. ¿Qué dice el texto?
1)
Cada persona lee el versículo o parte del texto te
impresionó más.
2)
¿Qué actitud demuestra Juan frente a las personas
fuera del círculo de los seguidores de Jesús?
3)
¿Cómo le respondió Jesús?
4)
¿Qué dice Jesús sobre los «pequeños»?
5)
¿Qué versículos demuestran que es más importante ser
fiel al Reino de Dios que la propia integridad física?
3. Meditación: ¿Qué nos dice
el texto hoy a nuestra vida? No es
necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el
grupo. Lo importante es conocer y
profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
- La construcción del reino recibe muchos aportes, ideas,
obras, y trabajos de personas que son de otras confesiones religiosas o no
son cristianos, pero que están comprometidos en la lucha por la justicia y
la paz. Nos confrontamos con la reacción de Juan en el evangelio y nos
preguntamos: ¿Cuál es nuestra actitud frente a esas personas? ¿Qué
significa hoy, para nosotros(as), la afirmación de Jesús: «Quien no está
en nuestra contra está a nuestro favor»?
- Jesús acoge y se pone de parte de los pequeños y sectores excluidos
de la sociedad asumiendo su
defensa: ¿Cuál es la actitud y conducta de nuestra comunidad?
- Jesús llega a priorizar la fidelidad a su proyecto sobre la propia integridad física: ¿Qué nos parece que Jesús haga exigencias tan fuertes? ¿Qué exigencias nos hace Jesús hoy para ser fieles al Proyecto de Dios y seguir su camino?
4. Oración: ¿Qué le decimos
a Dios después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración
todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. «Quien no está en
nuestra contra está a nuestro favor».
5. Contemplar a Dios, volver
la mirada al mundo y comprometerse con el Reino de Dios y su justicia: Compromiso: Hagamos
un esfuerzo esta semana de reconocer la contribución de muchas personas de
buena voluntad que contribuyen a hacer un mundo mejor. Llevamos una
“palabra”. Puede ser un versículo o una frase del texto. Tratar
de tenerla en cuenta en todo momento y buscando un momento cada día para
recordarla y tener un tiempo de oración cotidiano donde volver a conversarla con el
Señor.
6. Oración final: Padre Bueno, hay en
el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven
trabajando por una humanidad más digna, más justa y libre. En ellas está vivo
el Espíritu de Jesús. Hemos de sentirlos como amigos y aliados, nunca como
adversarios. Arranca de nosotros(as) toda tentación de exclusivismo y mantennos
dispuestos a ayudar y a dejarnos ayudar en la construcción colectiva de tu
Reino. AMÉN. Padre Nuestro, que estás en el cielo
Para
Las Personas Que Quieran Profundizar Más
1. «Quien no está en nuestra contra está a nuestro favor»: Los discípulos informan a Jesús de un hecho que los ha molestado mucho. Han visto a un desconocido «expulsando demonios». Está actuando «en nombre de Jesús» y en su misma línea: se dedica a liberar a las personas del mal que les impide vivir de manera humana y en paz. Sin embargo, a los discípulos no les gusta su trabajo liberador. No piensan en la alegría de los que son sanados por aquel hombre. Su actuación les parece una intrusión que hay que cortar. Le exponen a Jesús su reacción: «Se lo hemos querido impedir porque no es de los nuestros». Aquel extraño no debe seguir sanando porque no es miembro del grupo. No les preocupa la salud de la gente, sino su prestigio de grupo. Pretenden monopolizar la acción salvadora de Jesús: nadie debe sanar en su nombre si no se adhiere al grupo. Jesús reprueba la actitud de sus discípulos y se coloca en una lógica radicalmente diferente. Lo primero y más importante no es el crecimiento de aquel pequeño grupo, sino que la salvación de Dios llegue a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo: «Quien no está en nuestra contra está a nuestro favor». El que hace presente en el mundo la fuerza sanadora y liberadora de Jesús está a favor de su grupo. Jesús rechaza la postura sectaria y excluyente de sus discípulos que solo piensan en su prestigio y crecimiento, y adopta una actitud abierta e inclusiva donde lo primero es liberar al ser humano de aquello que lo destruye y hace desdichado. Éste es el Espíritu que ha de animar siempre a sus verdaderos seguidores(as). Fuera de la Iglesia católica, hay en el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven trabajando por una humanidad más digna, más justa y más libre. En ellos está vivo el Espíritu de Jesús. Hemos de sentirlos como amigos(as) y aliados(as), nunca como adversarios. No están contra nosotros(as) pues están a favor del ser humano, como estaba Jesús.
2. Jesús acoge y defiende la
vida de los pequeños: Varias veces Jesús insiste en la acogida que hay
que dar a los pequeños. «Quien
acoge a uno de estos pequeños en mi nombre, me acoge a mí» (9,37). Si Jesús insiste tanto en la acogida,
es porque muchos pequeños de hecho no eran acogidos. En efecto, mujeres y niños
no contaban, eran despreciados y
obligados al silencio. Incluso los apóstoles impedían que se acercasen a Jesús
(10,13-14). En nombre de la ley de Dios, mal interpretada por las autoridades
religiosas, muchas personas buenas eran marginadas. En vez de acoger a los
marginados, la ley se usaba para legitimar la exclusión. En los evangelios la
expresión «pequeños» a veces indica «los niños», otras veces indica
sectores excluidos de la sociedad. No es fácil distinguir. No siempre es fácil
distinguir lo que viene del tiempo de Jesús y lo que viene del tiempo de las
comunidades para las cuales se escribieron los evangelios. Pero, sea lo que
sea, lo que está claro es el contexto de exclusión vigente de la época, y la
imagen que las primeras comunidades tenían de Jesús: Jesús se pone de parte de
los pequeños y asume su defensa. Llama la atención lo que Jesús hace en defensa
de la vida de los niños, de los pequeños. Escándalo es aquello que
desvía a una persona del buen camino. Escandalizar
a los pequeños es ser motivo para que los pequeños se desvíen del camino y
pierdan la fe en Dios.
3. Jesús emplea imágenes extremadamente duras para que cada uno
extirpe de su vida aquello que se opone a su estilo de entender y de vivir la
vida. Está en juego «entrar
en el reino de Dios» o quedar excluido, «entrar en la vida» o terminar en la
destrucción total. El lenguaje de Jesús es metafórico. La «mano» es símbolo de la
actividad y el trabajo. Jesús empleaba sus manos para bendecir, sanar y tocar a
los excluidos. Es malo usarlas para herir, golpear, someter o humillar. «Si tu mano te
hace caer, córtatela» y renuncia a actuar en contra del estilo de Jesús. También
los «pies» pueden hacer daño
si nos llevan por caminos contrarios a la entrega y el servicio. Jesús caminaba
para estar cerca de los más necesitados, y para buscar a los que vivían
perdidos. «Si
tu pie te hace caer, córtatelo», y abandona caminos errados que no ayudan a
nadie a seguir a Jesús. Los «ojos» representan los deseos y
aspiraciones de la persona. Pero, si no miramos a las personas con el amor y la
ternura con las que miraba Jesús, terminaremos pensando sólo en nuestro propio
interés. «Si
tu ojo te hace caer, córtatelo» y aprende a mirar la vida de manera más evangélica.
¿Cómo se le ocurrió a Jesús esa figura trágica y, al mismo tiempo,
cómica de un hombre manco, cojo y tuerto entrando en la plenitud de la vida?,
¿qué sintió la gente al oírle hablar así?, ¿cómo podemos reaccionar nosotros? Por muy dolorosas
que sean, si los cristianos(as) no hacen opciones que aseguren la fidelidad a
Jesús, su proyecto no se abrirá camino en el mundo.
4. Dios
es más grande que un grupo o una institución: Si logramos tomar
conciencia de esto y que nuestra vocación es simplemente servir, ponernos en
función de construir el Reino con y desde las múltiples posibilidades que ello
implica dada la insondable riqueza del mismo espíritu, entonces jamás se nos
ocurrirá pensar si éste o aquél es o no es «de los nuestros»,
sino
mejor... ¡como cooperar más y mejor con aquél o aquélla que tan bien están
luchando por construir aquí el Reino!