1 ene 2013

Epifanía del Señor


Epifanía del Señor (B)
Mateo 2, 1-12

1. Oración Inicial: Señor Jesús, envíanos tu Espíritu para que podamos leer tu Palabra libres de prejuicios, para que podamos meditar tu anuncio en su integridad, para que podamos orar para crecer en la comunión contigo y con los hermanos(as). Para que podamos, finalmente, obrar, contemplando la realidad en la que vivimos cada día, con tus mismos sentimientos y tu misma misericordia. AMÉN. Cantar "Espíritu Santo Ven, Ven".

2.  Lectura del Texto:

a)  Introducción: En la época de Mateo muchos creyentes esperaban signos que les mostrases al Mesías prometido. Tomando pasajes de las Escrituras y recogiendo creencias populares, como la que afirmaba que una estrella anunciaría el nacimiento de un personaje importante, Mateo muestra a su comunidad que es Jesús a quien debe buscar. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.

b)  Leer el texto: Mateo 2,1-12: Leemos este texto de Mateo con mucha atención, tratando de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad.  Leerlo una segunda vez.

c)  Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. Terminar cantando: “Tu Palabra me Da Vida”.

d) ¿Qué dice el texto?

1)    ¿Qué versículo o parte del texto te impresionó más? ¿Por qué?
2)    ¿Qué buscan los sabios de Oriente? ¿Qué les ayuda?
3)    ¿Cómo reaccionó el Rey Herodes cuando le dijeron que había nacido el Rey de los judíos? 
4)    ¿Qué dice Herodes a los magos cuando los llamó secretamente? ¿Dice la verdad Herodes cuando dice que quiere ir a rendirle homenaje?
5)    ¿Cayeron en la trampa de Herodes los magos? ¿Cómo la evitaron?

3.  ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida?  No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo.  Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
     
a.  ¿Quiénes son hoy los «sabios» que  buscan a Dios? ¿En qué sentido podemos identificar con ellos?
b.  ¿Qué estrellas indican su presencia en medio de nuestro mundo hoy?
c.  ¿Quién o quienes, por sus vidas y compromisos, han sido «estrellas» y nos guiado al encuentro con Jesús y  nos han motivado a comprometernos con su Reino?
d.  ¿Cómo podemos nosotros(as) ser estrellas que señalen a Jesús a la gente?
e.  ¿Cómo nos preparamos para acercarnos a Jesús? ¿Dónde y cómo se hace presente Jesús en nuestra vida? ¿Cómo se nos revela?
f.  El pueblo judío del Antiguo Testamento pensaba que su Dios era Dios suyo, no imaginaba que Dios estaba viviendo con otros pueblos. ¿Tenemos ese mismo sentimiento de universalidad de Dios, o creemos que «Dios es solamente nuestro».

4.   Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. «…vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo…».

5. Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la realidad: Compromiso: A la luz de la Palabra, ¿qué compromiso concreto podríamos asumir esta semana para convertirnos en estrellas de la gente? Llevamos una “palabra”.  Esa “palabra” o versículo que nos va a acompañar hasta que nos encontremos nuevamente. Seguramente se hará presente durante el día (semana)  mientras participamos en nuestros quehaceres diarios.

6. Oración final:  Dios, Padre nuestro, que en un día como éste diste a conocer a tu Hijo a todas las gentes de todos los pueblos; haz que quienes te buscan, encuentren y sigan las estrellas que Tú pones en su camino, y quienes ya te hemos encontrado podamos contemplar un día, cara a cara, la gloria de tu rostro. AMÈN.   Padre Nuestro, que estás en el cielo… 

Para Las Personas Que Quieran Profundizar Más

1. El evangelio de Mateo fue escrito para cristianos que habían sido judíos, que podían seguir creyendo que sus privilegios de pueblo elegido seguían vigentes. San Mateo les enseña que ya no es así, que ya no hay privilegios, o que a todos los seres humanos alcanza lo que era exclusivo para ellos. Y se los enseña por medio de la escena que acabamos de leer: unos sabios venidos de Oriente preguntan por el recién nacido rey de los judíos, cuya estrella han visto en el cielo. Cualquier pueblo, cualquier ser humano de buena voluntad, que busque sinceramente el bien, la justicia y la paz, puede verse representado en esas personas orientales. No son las simpáticas figuras del pesebre con sus camellos y dromedarios, con sus nombres exóticos, con el lujo de sus vestiduras y su séquito como de cuentos de hadas. Somos todos los que buscamos la verdad y el amor, los que guiados por ese anhelo, como si fuera una estrella, encontraremos a Jesús, y le podremos ofrecer lo mejor de nosotros mismos, porque reconocemos en Él al mismo Dios hecho humano. De esto es símbolo la Epifanía: la manifestación de Dios, del verdadero y único Dios, a todos los pueblos, a todos los seres humanos; no en la potencia de su soberanía, ni de sus exigencias, sino en la debilidad de un niño humilde en brazos de su madre, apenas protegidos los dos por un humilde carpintero. Claro que se puede asumir otra actitud: la del rey Herodes y la de los grandes sacerdotes y sabios de Jerusalén. El primero teme por su reino de codicia y crueldad, tan bien atestiguado por los historiadores. Los segundos temen por las migajas de privilegios religiosos y políticos que les ha dejado el tirano. En todo caso no están dispuestos a adorar como los sabios sino a matar, y algún día lo lograrán. Ante nosotros está la escena de la adoración de los magos venidos de Oriente, guiados por una estrella, escena de luces y de sombras, como acabamos de decir. Nos toca asumir una actitud: la de acogernos al amor indiscriminado de Dios, o la de alzar nuestras ambiciones contra la Epifanía de ese amor.

2. Los Evangelios de la Infancia

En el comienzo de la predicación cristiana lo importante era hablar de la muerte y resurrección de Jesús; luego se fueron incorporando otros relatos con dichos y hechos. Al final, se introdujeron las historias sobre el origen y la infancia de Jesús, que más adelante ampliaron los evangelios apócrifos. Son, por tanto, relatos tardíos que sólo Mateo y Lucas desarrollan. Su significado va más allá de una simple biografía. Con ellos, tanto Mateo como Lucas, nos hacen una primera presentación de Jesús. Si leemos los relatos de cada uno, constatamos que hay muchas diferencias entre lo que nos narra uno y otro evangelista. Esto es así porque los objetivos que se plantean son diferentes. Así, para Lucas lo importante es destacar que Jesús representa la Nueva Alianza de Dios con los seres humanos y que la Antigua Alianza está agotada. Esto lo hace presentándonos dos nacimientos: el de Juan Bautista, que será el último profeta de la Antigua Alianza, y el de Jesús, que inicia la nueva. Para Mateo, en cambio, Jesús es el nuevo Moisés y en su narración va a recordarnos escenas del Éxodo (Ex 1-2) que ahora adquieren un nuevo significado.

A nosotros, desde nuestra cultura, nos puede sorprender la libertad con que elaboraron los episodios de la infancia de Jesús, porque estamos acostumbrados a buscar la verdad histórica de los hechos y, cuando nos acercamos a estos textos y descubrimos que no coinciden en lo que cuentan e incluso se contradicen, pensamos en seguida que algo es mentira. Pero para los evangelistas, y en general para la gente de su época, lo importante era el significado de los acontecimientos y no los acontecimientos en sí. Por eso, para elaborar sus relatos acudieron a los géneros literarios que estaban en uso en su cultura, con los que podían decir quién era Jesús. Hoy tenemos otra forma de contar las cosas, por eso es importante tener en cuenta cómo lo hacían ellos y qué nos querían transmitir.

3. ¿Qué quiere decirnos Mateo?: Mateo, al recrear la infancia de Jesús, no pretende decirnos lo que sucedió, sino lo que Jesús significa en la historia de la Salvación. Así, a través de su genealogía nos dice que él es el Mesías esperado por Israel, lo que se confirma a través de las citas de cumplimiento del Antiguo Testamento y del nacimiento virginal. Los sueños nos hacen notar ,a '• ¡dativa y presencia de Dios en toda la historia. El relato de los Magos, la huida a Egipto o la matanza de los inocentes nos acercan a las repercusiones de la venida de Jesús, con lo que .supone rechazo o acogida. Por eso nosotros, cuando nos acerquemos a estos primeros capítulos, no podemos ir con ojos de historiador moderno, sino con mirada de creyentes. A través de ellos Mateo anima a su comunidad a vivir la fe en medio de los problemas concretos que entonces tenían. Nosotros podemos también reconocernos en estos relatos y en sus personajes y descubrir cómo afrontar la vida desde la fe, aprendiendo a ver las señales cotidianas de Dios en la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario