Epifanía del
Señor (B)
Mateo 2, 1-12
Mateo 2, 1-12
1. Oración
Inicial: Señor Jesús, envíanos tu Espíritu para que podamos leer tu
Palabra libres de prejuicios, para que podamos meditar tu anuncio en su
integridad, para que podamos orar para crecer en la comunión contigo y con los
hermanos(as). Para que podamos, finalmente, obrar, contemplando la realidad en
la que vivimos cada día, con tus mismos sentimientos y tu misma misericordia. AMÉN.
Cantar
"Espíritu Santo Ven, Ven".
2. Lectura del
Texto:
a) Introducción:
En la época de Mateo muchos creyentes esperaban signos que les mostrases al
Mesías prometido. Tomando pasajes de las Escrituras y recogiendo creencias
populares, como la que afirmaba que una estrella anunciaría el nacimiento de un
personaje importante, Mateo muestra a su comunidad que es Jesús a quien debe
buscar. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.
b) Leer
el texto: Mateo 2,1-12: Leemos
este texto de Mateo con mucha atención, tratando de descubrir el mensaje de fe
que el evangelista quiso transmitir a su comunidad. Leerlo una segunda vez.
c) Un momento de silencio orante: Hacemos
un tiempo de silencio para que la
Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra
vida. Terminar cantando: “Tu Palabra me
Da Vida”.
d) ¿Qué dice el texto?
1)
¿Qué versículo o parte del texto te impresionó más?
¿Por qué?
2)
¿Qué buscan los sabios de Oriente? ¿Qué les ayuda?
3)
¿Cómo reaccionó el Rey Herodes cuando le dijeron que
había nacido el Rey de los judíos?
4)
¿Qué dice Herodes a los magos cuando los llamó
secretamente? ¿Dice la verdad Herodes cuando dice que quiere ir a rendirle
homenaje?
5)
¿Cayeron en la trampa de Herodes los magos? ¿Cómo la
evitaron?
3. ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida? No es necesario responder a cada pregunta.
Seleccionar las más significativas para el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el
texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
a.
¿Quiénes son
hoy los «sabios» que buscan a Dios? ¿En qué sentido podemos
identificar con ellos?
b.
¿Qué
estrellas indican su presencia en medio de nuestro mundo hoy?
c.
¿Quién o
quienes, por sus vidas y compromisos, han sido «estrellas» y nos guiado al encuentro con Jesús y nos han motivado a comprometernos con su
Reino?
d.
¿Cómo podemos
nosotros(as) ser estrellas que señalen a Jesús a la gente?
e.
¿Cómo nos
preparamos para acercarnos a Jesús? ¿Dónde y cómo se hace presente Jesús en
nuestra vida? ¿Cómo se nos revela?
f.
El pueblo
judío del Antiguo Testamento pensaba que su Dios era Dios suyo, no imaginaba
que Dios estaba viviendo con otros pueblos. ¿Tenemos ese mismo sentimiento de
universalidad de Dios, o creemos que «Dios
es solamente nuestro».
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios
después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración
todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. «…vimos salir su estrella y hemos venido a
adorarlo…».
5. Contemplar el rostro
de Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la
realidad: Compromiso: A la luz de la Palabra , ¿qué compromiso
concreto podríamos asumir esta semana para convertirnos en estrellas de la
gente? Llevamos una “palabra”.
Esa “palabra”
o versículo que nos va a acompañar hasta que nos encontremos nuevamente. Seguramente
se hará presente durante el día (semana)
mientras participamos en nuestros quehaceres diarios.
6. Oración final: Dios, Padre nuestro, que en un día como éste
diste a conocer a tu Hijo a todas las gentes de todos los pueblos; haz que
quienes te buscan, encuentren y sigan las estrellas que Tú pones en su camino,
y quienes ya te hemos encontrado podamos contemplar un día, cara a cara, la
gloria de tu rostro. AMÈN. Padre Nuestro, que estás en el cielo…
Para
Las Personas Que Quieran Profundizar Más
1. El evangelio de
Mateo fue escrito para cristianos que habían sido judíos, que podían seguir
creyendo que sus privilegios de pueblo elegido seguían vigentes. San Mateo les
enseña que ya no es así, que ya no hay privilegios, o que a todos los seres
humanos alcanza lo que era exclusivo para ellos. Y se los enseña por medio de
la escena que acabamos de leer: unos sabios venidos de Oriente preguntan por el
recién nacido rey de los judíos, cuya estrella han visto en el cielo. Cualquier
pueblo, cualquier ser humano de buena voluntad, que busque sinceramente el
bien, la justicia y la paz, puede verse representado en esas personas
orientales. No son las simpáticas figuras del pesebre con sus camellos y
dromedarios, con sus nombres exóticos, con el lujo de sus vestiduras y su
séquito como de cuentos de hadas. Somos todos los que buscamos la verdad y el
amor, los que guiados por ese anhelo, como si fuera una estrella, encontraremos
a Jesús, y le podremos ofrecer lo mejor de nosotros mismos, porque reconocemos
en Él al mismo Dios hecho humano. De esto es símbolo la Epifanía : la
manifestación de Dios, del verdadero y único Dios, a todos los pueblos, a todos
los seres humanos; no en la potencia de su soberanía, ni de sus exigencias,
sino en la debilidad de un niño humilde en brazos de su madre, apenas
protegidos los dos por un humilde carpintero. Claro que se puede asumir otra
actitud: la del rey Herodes y la de los grandes sacerdotes y sabios de
Jerusalén. El primero teme por su reino de codicia y crueldad, tan bien
atestiguado por los historiadores. Los segundos temen por las migajas de
privilegios religiosos y políticos que les ha dejado el tirano. En todo caso no
están dispuestos a adorar como los sabios sino a matar, y algún día lo
lograrán. Ante nosotros está la escena de la adoración de los magos venidos de
Oriente, guiados por una estrella, escena de luces y de sombras, como acabamos
de decir. Nos toca asumir una actitud: la de acogernos al amor indiscriminado
de Dios, o la de alzar nuestras ambiciones contra la Epifanía de ese amor.
2. Los
Evangelios de la Infancia
En el comienzo de la predicación cristiana lo
importante era hablar de la muerte y resurrección de Jesús; luego se fueron
incorporando otros relatos con dichos y hechos. Al final, se introdujeron las
historias sobre el origen y la infancia de Jesús, que más adelante ampliaron
los evangelios apócrifos. Son, por tanto, relatos tardíos que sólo Mateo y
Lucas desarrollan. Su significado va más allá de una simple biografía. Con
ellos, tanto Mateo como Lucas, nos hacen una primera presentación de Jesús. Si
leemos los relatos de cada uno, constatamos que hay muchas diferencias entre lo
que nos narra uno y otro evangelista. Esto es así porque los objetivos que se
plantean son diferentes. Así, para Lucas lo importante es destacar que Jesús representa
la Nueva Alianza
de Dios con los seres humanos y que la Antigua Alianza
está agotada. Esto lo hace presentándonos dos nacimientos: el de Juan Bautista,
que será el último profeta de la Antigua Alianza , y el de Jesús, que inicia la
nueva. Para Mateo, en cambio, Jesús es el nuevo Moisés y en su narración va a
recordarnos escenas del Éxodo (Ex 1-2) que ahora adquieren un nuevo
significado.
A nosotros, desde nuestra cultura, nos puede
sorprender la libertad con que elaboraron los episodios de la infancia de
Jesús, porque estamos acostumbrados a buscar la verdad histórica de los hechos
y, cuando nos acercamos a estos textos y descubrimos que no coinciden en lo que
cuentan e incluso se contradicen, pensamos en seguida que algo es mentira. Pero
para los evangelistas, y en general para la gente de su época, lo importante
era el significado de los acontecimientos y no los acontecimientos en sí. Por
eso, para elaborar sus relatos acudieron a los géneros literarios que estaban
en uso en su cultura, con los que podían decir quién era Jesús. Hoy tenemos
otra forma de contar las cosas, por eso es importante tener en cuenta cómo lo
hacían ellos y qué nos querían transmitir.
3.
¿Qué quiere decirnos Mateo?: Mateo, al recrear la infancia de Jesús, no pretende
decirnos lo que sucedió, sino lo que Jesús significa en la historia de la Salvación. Así , a
través de su genealogía nos dice que él es el Mesías esperado por Israel, lo
que se confirma a través de las citas de cumplimiento del Antiguo Testamento y
del nacimiento virginal. Los sueños nos hacen notar ,a '• ¡dativa y presencia
de Dios en toda la historia. El relato de los Magos, la huida a Egipto o la
matanza de los inocentes nos acercan a las repercusiones de la venida de Jesús,
con lo que .supone rechazo o acogida. Por eso nosotros, cuando nos acerquemos a
estos primeros capítulos, no podemos ir con ojos de historiador moderno, sino
con mirada de creyentes. A través de ellos Mateo anima a su comunidad a vivir
la fe en medio de los problemas concretos que entonces tenían. Nosotros podemos
también reconocernos en estos relatos y en sus personajes y descubrir cómo
afrontar la vida desde la fe, aprendiendo a ver las señales cotidianas de Dios
en la historia.
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