Lucas
15,1-3.11-32
1. Oración
Inicial: Ven Espíritu
Santo. Ilumínanos con tu luz para acoger hoy la Palabra de Dios. Abre nuestras
inteligencias y nuestros corazones para comprenderla y danos la gracia, la
voluntad y el valor necesario para vivirla en nuestras vidas. AMÉN. Cantar
«Espíritu Santo Ven, Ven».
2. Lectura:
¿Qué dice el texto?
a. Introducción: Como siempre fariseos y escribas están al acecho.
Censuran la acogida que Jesús da a los considerados pecadores públicos y en
consecuencia, marginados y despreciados por ellos (15,1). Esto da lugar a que
Lucas nos transmita tres bellas parábolas que expresan la razón de la actitud
del Señor. La que se lee hoy es la tercera. Conocida tradicionalmente como la
parábola del hijo pródigo, podría ser llamada mejor la del padre bondadoso. Abramos
nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.
b. Leer el texto: Lucas 15,1-3.11-32: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva.
Tratar de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su
comunidad. Leerlo una segunda vez.
c. Un momento de silencio orante: Hacemos un
tiempo de silencio, para que la palabra de Dios pueda penetrar en nuestros
corazones. Terminar cantando: «Tu Palabra me Da Vida».
d. ¿Qué dice el texto?
1) Cada persona
lee el versículo o parte del texto que te impresionó más.
2) Al principio
del relato, ¿Qué grupos se acercaban a Jesús para escucharlo?
3) ¿Cómo
reaccionaron los fariseos y escribas? ¿Qué decían sobre Jesús?
4) ¿Qué actitud
descubres en el hijo menor y qué idea tiene del padre? ¿Qué actitud descubres
en el hijo mayor y qué idea tiene del padre?
5) ¿Cómo
reacciona el padre con cada uno de ellos? ¿Qué nos impacta más en la actitud
del Padre?
6) ¿Cuál es el
mensaje central de esta parábola?
3.
Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida? No es
necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el
grupo. Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y
descubrir su sentido para nuestra vida.
a) ¿Con quién
te identificas más: con el "hermano
mayor" o con el "hermano
más joven"? Cuenta al grupo tu experiencia de encuentro con Dios.
b) Los escribas
y fariseos presumen ser justos a los ojos de Dios y no se mezclan con “los pecadores”. La conducta de Jesús es
diversa, y escandalosa a sus ojos. Jesús critica esta conducta con su enseñanza
y también con su modo de obrar. Jesús «recibe a los pecadores y come con ellos» (15,2). Nosotros(as): ¿Juzgamos a los demás, o más
bien, tratamos de transmitir sentimientos de misericordia y perdón, que
reflejen la ternura de Dios?
c) ¿Cuál es la
actitud de nuestra comunidad frente a los que son considerados pecadores,
dentro y fuera de la comunidad?
d) ¿Qué rostro
de Dios nos revela la parábola? ¿Qué aprendemos del Padre en la parábola?
e) ¿Cuál es el
mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para
que se haga realidad?
4. Oración:
¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en
forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre
nuestra vida. «Padre,
ayúdanos a seguir tu ejemplo».
5.
Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada al mundo
y comprometernos con el Reino de Dios y su justicia: Compromiso: Pensar y
ofrecer un gesto de misericordia para vivir en estos días. Llevamos una
"palabra". Puede ser un versículo o una frase del texto. Tratar de tenerla
en cuenta y buscar un momento cada día para recordarla y tener un tiempo de
oración donde volver a conversarla con el Señor.
6. Oración
final: Dios
nuestro, lleno de entrañas de misericordia, dispuesto siempre a la acogida y al
perdón, a pesar de nuestra ingratitud o infidelidad; danos imitarte en ese tu
amor, enséñanos a tener un corazón sensible a las miserias, a la injusticia, al
sufrimiento… un corazón compasivo como Tú tienes con nosotros. Padre Nuestro, que estás en el cielo… AMÉN.
Para Las Personas Que Quieran Profundizar Más
1.
Querido(a) Animador(a): Sugerimos seguir la siguiente pauta al iniciar cada
encuentro:
a. Compartir
sobre lo que le pasó a la gente en su diario vivir durante la semana.
b. ¿Cómo he
experimentado a Jesús en lo que he vivido? ¿Qué ha hecho Cristo en mi vida?
c. ¿Qué he
hecho esta semana para extender el Reino de Dios?
2. Sabemos
el lugar central que da el Evangelio de Lucas a la “misericordia”. Se ha de
ser misericordioso como lo es el Padre (6,36). En el capítulo 15, después de
una presentación de la situación que causa escándalo: “recibe a los pecadores y
come con ellos” Jesús pone 3 parábolas. La idea principal es la de una cosa
querida que es perdida, buscada y encontrada. El acento recae en la alegría que
causa el encuentro de la cosa perdida, sea esta una oveja, una moneda, o, en el
caso del texto de hoy, un hijo.
3. El texto
de hoy no es, propiamente hablando, la parábola del hijo pródigo, del hijo
que vuelve, del hijo que se arrepiente, aunque esto es muy importante en la
narración. Es la parábola del Padre, de Dios, que nunca abandona a sus
hijos(as), que nunca los(as) olvida. De ahí que algunos, con razón, han
señalado que deberíamos comenzar a entender la parábola fijándonos en el hijo
mayor. En su queja contra el padre, pone el acento en lo material, en la
ecuación gasto beneficio, en la teoría de la justa retribución según la cual cada
uno debe recibir lo que merece. De esta manera le resulta insostenible que
aquel hijo que había malgastado irresponsablemente los bienes que eran el
producto del esfuerzo de toda la casa, ahora reciba un agasajo magnífico (casi
como un premio), con un gran banquete y fiesta para todos. Para el hijo mayor,
esto constituye una mala señal, para los demás y en especial para el hermano
menor que debería ser disciplinado y castigado de manera ejemplar. En todo caso
quien merecería un premio o una fiesta para los amigos es aquel que es
obediente y responsable. Las diferencias están a la vista: a tantos años de
servicio fiel se contrapone devorar tus bienes; a no dejar jamás de cumplir una
orden se opone despilfarrar con prostitutas; nunca me diste un cabrito para
festejar con mis amigos y matas para él el novillo gordo. Es llamativo también
que el hijo mayor, que parece más responsable y eficiente en la administración
de los bienes de la familia, tampoco tenga conciencia del valor de lo que tiene
(el afecto de su padre y la disposición de todos sus bienes, (vs.29 y 31). Da
la impresión de que el hijo mayor hubiera preferido que aquel sinvergüenza no
volviera y, en contra del reconocimiento de los criados y su padre ('tu
hermano', vs.27 y 32), él se niega a legitimarlo como hermano ('ese hijo tuyo',
vs.30), resistiéndose a compartir nuevamente los derechos sobre la hacienda de
su casa. Jesús está hablando de Dios y es la forma de contestarle a los
escribas y fariseos que se escandalizan de dar oportunidades a los perdidos. El
Dios que Jesús trae es el de la parábola; el que viendo de lejos que su hijo
vuelve, sale a su encuentro para hacerle menos penosa y más humana su
conversión, su vuelta, su cambio de mentalidad y de rumbo. Esta es su
significación última y definitiva.
4. El
personaje central es el padre. El hijo menor se arrepiente de su comportamiento,
habiendo dilapidado su herencia se encuentra reducido a la miseria; conociendo
a su padre sabe que puede ir a pedirle perdón. Por experiencia conoce el amor
de su padre, es importante subrayarlo. Pero la reacción de éste lo abrumará.
Había preparado mentalmente su fórmula de arrepentimiento. El padre no lo deja
hablar, es él quien corre al encuentro del hijo, él toma la iniciativa de
abrazarlo. El hijo recita la frase largamente meditada, pero ante el amor del
padre ella se convierte en una formalidad. Más que del pecador arrepentido el
perdón es cosa de quien acoge. Perdonar es dar vida.
5. El Jesús
que ama y prefiere a los pecadores, y come con ellos, no hace
otra cosa que conocer la voluntad del Padre y realizarla concretamente, sus
mesas compartidas y sus comidas nos hablan de Dios, ¡claramente! En el
comportamiento de Jesús se manifiesta el comportamiento de Dios, Jesús mismo es
parábola viviente de Dios: su acción es entonces una revelación. El texto nos
da una imagen profundamente conmovedora sobre el amor sin límites, el perdón,
la misericordia y la acogida de Dios Padre para con sus hijos descarriados.
Ella será por siempre la mayor fuente de confianza para el pecador que se
arrepiente y decide volver al hogar paterno.
6. En
nuestra vida cristiana solemos movernos con caricaturas de Dios; sea por lo
que creemos, por lo que mostramos, o por lo que nos enseñaron. ¿Cómo es nuestro
Dios? Es importante saber cómo es el Dios en el que creemos, pero más
importante es saber cómo es el Dios en el que creyó Jesús, cómo es el Dios que
Él nos reveló. Como siempre, Jesús nos hablaba de Dios no sólo con palabras,
sino también con lo que hacía. ¿Qué Dios, qué Iglesia, qué ser humano revelamos
con nuestra vida?
7. En la
parábola queda claro que lo más importante en la voluntad de Dios es salvar a
los(as) pecadores a través del amor incondicional, en especial a los marginados
y despreciados; y esto es el núcleo y el espíritu de toda su ley (“a quien mucho se le perdona, mucho ama”,
7:47).
No hay comentarios:
Publicar un comentario