Lucas
19,1-10
1.
Oración Inicial: Espíritu de la Verdad, que procedes del Padre y del
Hijo y que hablaste por los profetas: acude en nuestra ayuda y revélanos el
sentido de las Escrituras. Haz que el texto bíblico se convierta en Palabra
viva y produzca en nosotros(as) el seguimiento fiel a Jesús para la extensión
del Reino de Dios. AMÉN. Cantar «Espíritu
Santo Ven, Ven».
2. Lectura: ¿Qué dice el texto?
a. Introducción: La acción liberadora de Jesús
no conocía discriminaciones. Jesús ofrecía la buena noticia del Reino de Dios a
todas las personas. Lo que exigía era la conversión. Es lo que encontró en
Zaqueo, el jefe rico de los cobradores de impuestos de Jericó. Antes, en la
parábola del pobre Lázaro y del rico sin nombre (18,18-30), Jesús hace ver la dificultad
que tiene un rico para convertirse. En el texto de hoy aparece el caso de un
rico que se desprende libremente de sus bienes y se abre al pobre y a la
justicia. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.
b. Leer el texto: Lucas 19,1-10: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva.
Tratar de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su
comunidad. Leerlo una segunda vez.
c. Un momento de silencio orante: Hacemos un
tiempo de silencio, para que la palabra de Dios pueda penetrar en nuestros
corazones. Terminar cantando: «Tu Palabra me Da Vida».
d. ¿Qué dice el texto?
1) Cada persona lee el versículo o parte del
texto que le impresionó más.
2) ¿Quién es Zaqueo? ¿En qué situación social vive? ¿Qué
quería lograr y qué hace para lograrlo?
3) ¿Cuál es la actitud de Jesús y qué le dice a Zaqueo?
¿Cómo le responde Zaqueo? ¿Cómo reaccionó la gente?
4) ¿Qué cambio produce en
la vida de Zaqueo el encuentro con Jesús?
5) ¿Por qué Jesús ha
actuado así con Zaqueo?
3.
Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida? No
es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para
el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y
descubrir su sentido para nuestra vida.
a) Zaqueo fue despreciado
y marginado por ser cobrador de impuestos para Roma: ¿De qué manera nuestra
comunidad acoge a las personas despreciadas y marginadas?
b) La ternura acogedora de Jesús provocó un
cambio total en la vida de Zaqueo. En nuestra comunidad: ¿Acogemos con ternura
sin excluir a nadie? ¿Qué nos falta? Comentar.
c) El encuentro de Jesús
con Zaqueo nos recuerda una experiencia tantas veces repetida a lo largo de la
historia: la de aquellas personas que cambiaron de vida después de conocer a
Jesús. ¿Conocemos experiencias parecidas?
d) ¿Cómo experimento en mi vida la misericordia
de Dios? ¿Qué significa convertirse para ti?
e) ¿Cuál es el mensaje del
texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga
realidad?
4.
Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra?
Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el
Evangelio y sobre nuestra vida. «El
Señor ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
5.
Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada al mundo
y comprometernos con el Reino de Dios y su justicia: Compromiso:
¿En qué debería cambiar mi vida si dejara que Jesús se encontrara conmigo? Llevamos
una "palabra". Puede ser un versículo o una frase del texto.
Tratar de tenerla en cuenta y buscar un momento cada día para recordarla y
tener un tiempo de oración donde volver a conversarla con el Señor.
6.
Oración final: Te damos gracias Señor porque en Jesús nos has
manifestado tu rostro de Padre Misericordioso. Te pedimos que nos ayudes a
cambiar y a transformar nuestras vidas asumiendo actitudes verdaderas de
conversión que se expresen en Justicia, Solidaridad y Amor. Padre Nuestro, que estás en el cielo… AMÉN.
Para Las Personas Que Quieran
Profundizar Más
1. Querido(a) Animador(a): Sugerimos seguir la siguiente pauta
al iniciar cada encuentro:
a) Compartir sobre lo que le pasó a la
gente en su diario vivir durante la semana.
b) ¿Cómo he experimentado a Jesús en lo
que he vivido? ¿Qué ha hecho Cristo en mi vida?
c) ¿Qué he hecho esta semana para
extender el Reino de Dios?
2. Contexto: Estamos llegando al final del
camino que comenzó en el capítulo 9. Durante el viaje, no se sabía bien por
dónde andaba Jesús. Sólo se sabía que iba en dirección a Jerusalén. Ahora, por
fin, la geografía queda clara y definitiva. Jesús llega a Jericó, en el valle
del Jordán. Es la última parada antes de que el peregrino llegue a Jerusalén.
Fue en Jericó donde terminó el largo camino del éxodo por el desierto durante
40 años. El éxodo de Jesús también está a punto determinar. Al atravesar la
ciudad encuentra a Zaqueo, un publicano que quería verle. Los publicanos eran
marginados por los judíos. Este texto pone de manifiesto algunas de las
características y temas más destacados del evangelio de Lucas: la ternura y la
misericordia de Dios con los pecadores, la necesidad de la conversión, la
radicalidad de las exigencias de Jesús frente al problema de la injusticia
social, la exigencia de renunciar a los bienes, la predilección de Jesús por
los más excluidos y abandonados y la apertura a los paganos.
3. El hombre rico: El primer dato que nos da el texto
lucano se refiere al hecho de que Zaqueo era jefe de publicanos y rico. No se
trata, por lo tanto, de cualquier persona, por tanto, sino de un jefe de
recaudadores de impuestos, mal vistos por los judíos por colaborar con los
dominadores romanos. Zaqueo era, sin duda, un hombre que manejaba y poseía
dinero. La presencia de Jesús le resulta una interpelación. El evangelio no
dice, sin embargo, cuáles eran los motivos que tenía Zaqueo para ver a Jesús.
Sólo deja constancia de su entusiasmo y los esfuerzos de este hombre de baja
estatura -por eso, la subida a la higuera (vs.3-4)- para poder ver al Señor.
Desde su ubicación en el árbol, Zaqueo recibe el llamado de Jesús: bájate de
allí, porque hoy tengo que alojarme en tu casa (vs. 5). Enseguida, Zaqueo baja
del árbol y recibe a Jesús (vs.6). Jesús entra en la casa de Zaqueo, pero el
relato deja bien claro que es Jesús quien invita a Zaqueo a abrir la puerta. La
iniciativa está de parte de Jesús. Zaqueo responde a la invitación de Jesús, se
pone de pie, firme, y responde prometiendo el reparto de la mitad de sus bienes
a los pobres y la restitución a los que han sido víctimas de su afán de lucro y
de su colaboración con el ocupante romano (vs.8). La presencia de Jesús produce
un efecto en el estilo de vida de Zaqueo: empieza a ser solidario y a
compartir.
4. Nadie está excluido(a): El relato muestra que Jesús se dirige
también a los ricos. Nadie está excluido de la llamada a participar en el
Reino. Pero la llamada de Jesús al rico es la invitación a dejar de serlo, a
dejar de acaparar para sí. Es la invitación a abrirse a los pobres, a ser
solidario y a compartir con ellos. El evangelio destaca la condición de
publicano de Zaqueo. Es decir, su condición de despreciado por la sociedad
judía. El Reino es también para aquellos que no son bien vistos socialmente.
Jesús no excluye a nadie. Si alguien es excluido del Reino, es porque él mismo
se ha excluido. La intención de Jesús es siempre la voluntad de salvar, sobre
todo de salvar lo que estaba perdido (vs.10). El texto plantea también el
verdadero parentesco con Abrahán. Ser hijo de Abrahán -y aquí podemos añadir ser
hijo(a) de Dios- no es un asunto de sangre, de raza, de cultura. Lucas resume
bien la experiencia de su comunidad confrontada con el acontecimiento que nos
narra este relato: el Hijo del hombre salva lo perdido, lo despreciado, lo que
no cuenta ante los ojos humanos.
5. La actitud de Jesús es
sorprendente: sale al encuentro de Zaqueo y le regala su amor: lo mira, le habla, desea hospedarse
en su casa, quiere compartir su propia miseria y su pecado (robo, fraude,
corrupción) y ser acogido en su libertad para la conversión. La actitud de
Jesús es la que produce la conversión que se realiza en la libertad. Todo lo
que le pasa a Zaqueo es fruto del amor de Dios que actúa en su hijo Jesús, es
la manifestación de la misericordia y la compasión de Dios que perdona y da la
fuerza para cambiar. De esta manera la vida se reconstruye y nos podemos
liberar de todas las ataduras que nos esclavizan, podemos entregarlo todo, sin
miedos y sin restricciones. Con esta actitud, Zaqueo se constituye en prototipo
de discípulo(a), porque nos muestra de qué manera la conversión influye en
nuestra relación con los bienes materiales; y en segundo lugar nos recuerda las
exigencias que conlleva seguir a Jesús hasta el final. Aquí la salvación que
llega en la persona de Jesús opera un cambio radical de vida.
6. Un Llamado a la Conversión: No dudemos que Jesús nos está
llamando a que cambiemos radicalmente nuestra vida. El Señor nos propone
unirnos a Él y, a ejemplo de Zaqueo, ser capaces de despojarnos de todo lo que
no nos permite vivir auténticamente como cristianos(as). Esta misma experiencia
es la de tantos testigos de Jesús que se convirtieron y recuperaron la vida.
Aceptemos la mirada de Jesús, dejemos que El se encuentre con nosotros(as) en
el camino e invitémoslo a nuestra casa para que El pueda sanar nuestras
heridas. No tengamos miedo, dejémonos seducir por el Señor para confesar
nuestras mentiras, arrepentirnos, expresar nuestra necesidad de ser justos(as),
devolver lo que le hemos quitado a otras personas... No dudemos, Jesús nos dará
la fuerza de su perdón. El Señor está con nosotros(as) para que experimentemos
su amor. ¡El ya nos ha perdonado; otro(a) “yo” es posible
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