Lucas 9,10-17
1. Oración Inicial: Señor,
envíanos tu Espíritu Santo para escuchar y comprender tu Palabra. Guía
nuestros pasos, orienta nuestro caminar, para que sigamos tu ejemplo, abriendo
los brazos a los demás y anunciando un Dios que se hace cercano para traernos
el amor, la justicia y la paz. AMÉN. Cantar «Espíritu Santo
Ven, Ven».
2. Lectura: ¿Qué dice el texto?
a) Introducción: El
texto de hoy relata el episodio de la multiplicación de los panes, que aparece
con diversos matices también en los otros evangelios (¡dos veces en Marcos!),
lo que demuestra no sólo que el evento posee un alto grado de historicidad,
sino que también es fundamental para comprender la misión de Jesús. Abramos
nuestros corazones a la Palabra de Dios.
b) Leer el texto: Lucas
9,10-17: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva. Tratar de descubrir
el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad. Leerlo una
segunda vez.
c. Un momento de silencio
orante: Hacemos un tiempo de silencio, para que la palabra de Dios pueda
penetrar en nuestros corazones. Terminar cantando: «Tu Palabra me Da
Vida».
d) ¿Qué dice el texto?
1) Cada persona lee el
versículo o parte del texto que te impresionó más.
2) Según se desprende
del texto, ¿Cuál es la situación del pueblo que sigue a Jesús?
3) ¿Qué actitud toma
Jesús frente al pueblo que lo sigue? ¿Qué hacía con la gente?
4) Al caer la tarde,
¿Qué preocupación tienen los discípulos y qué piden a Jesús?
5) ¿Cómo les
responde Jesús? ¿A qué los invita?
6) ¿Cuáles son los
gestos que realiza el Señor? ¿Qué consecuencias tiene su acción?
3. Meditación: ¿Qué nos dice el texto
hoy a nuestra vida? No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más
significativas para el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el texto,
reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
1. “Tomó entonces los
cinco panes y los dos peces y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre
ellos la bendición, los partió y los iba dando a los discípulos para que los
fueran sirviendo a la gente”. ¿En qué nos hacen pensar estos gestos y acción de
Jesús?
2. En nuestra
comunidad, ¿La celebración de la eucaristía (culto) genera mayor amor y
solidaridad con los más pobres o tiende más bien a ser un simple acto
religioso?
3. Frente a las
personas que viven en la pobreza y sufren hambre de pan y de justicia: ¿En qué momento
nosotros(as) hacemos lo que dijo Jesús a sus discípulos(as)? ¿Qué signos de
solidaridad vemos en nuestra comunidad?
4. Como comunidad:
¿Cómo podríamos comprometernos más para llevar a los demás el pan del bienestar
material, el pan del amor y de la esperanza y el pan del evangelio del Reino?
5. “Cuando se
comparte, hay siempre... ¡y sobra!” ¿Han vivido esta experiencia?
6. ¿Cuál es el mensaje
del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se
haga realidad?
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios
después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración todo
aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. «Enséñanos a
compartir el pan de cada día».
5. Contemplar el rostro de Dios
encontrado en el texto, volver la mirada al mundo y comprometernos con el Reino
de Dios y su justicia: Compromiso: Piensa en un gesto
concreto de solidaridad que puedas promover en tu comunidad. Llevamos
una "palabra". Puede ser un versículo o una frase del texto.
Tratar de tenerla en cuenta y buscar un momento cada día para recordarla y
tener un tiempo de oración donde volver a conversarla con el Señor.
6. Oración final: Señor de la
Vida, nuestros panes y pescados podrán parecer pocos pero compartidos con los
demás serán semilla de solidaridad fraterna. Abre nuestras manos, Señor, para
que compartamos nuestros bienes, nuestro tiempo y nuestros dones para mostrar
que otro mundo es posible. AMÉN. Padre
Nuestro, que estás en el cielo
Para Las Personas
Que Quieran Profundizar Más
1. Querido(a) Animador(a): Sugerimos
seguir la siguiente pauta al iniciar cada encuentro:
1. Compartir sobre lo
que le pasó a la gente en su diario vivir durante la semana.
2. ¿Cómo he
experimentado a Jesús en lo que he vivido? ¿Qué ha hecho Cristo en mi vida?
3. ¿Qué he hecho esta
semana para extender el Reino de Dios?
2. El contexto literario: Nuestro texto
se encuentra a mitad del evangelio de Lucas: Jesús extiende e intensifica su
misión por las aldeas de la Galilea y manda a sus doce discípulos para que le
ayuden (9,1-6). La noticia de todo esto llega a Herodes, aquel que mandó matar
a Juan Bautista (9,7-9) Cuando sus discípulos regresan de la misión, Jesús los
invita a ir a un lugar solitario (9,10) Aquí sigue nuestro texto que habla de
la multiplicación de los panes (9,11-17). En seguida Jesús hace una pregunta:“¿Quién dice la
gente que soy yo?” (9,18-21). Dicho esto, por primera vez, habla de su pasión y de su
muerte y de las consecuencias de todo esto para la vida de los discípulos
(9,22-28). Luego viene la Transfiguración, en la que Jesús habla con Moisés y
con Elías de su pasión, con el aturdimiento y la incomprensión de parte de los
discípulos (9,44-50). Finalmente, Jesús decide ir a Jerusalén, donde encontrará
la muerte (9,52).
3. El contexto histórico de nuestro
texto: El contexto histórico del Evangelio de Lucas tiene siempre dos
aspectos: el contexto del tiempo de Jesús en los años 30, en Palestina, y el
contexto de las comunidades cristianas de los años 80, para las que Lucas
escribe su Evangelio. Al tiempo de Jesús en la Palestina, el pueblo vivía en la
expectativa de que el Mesías, cuando viniese, sería como un nuevo Moisés, y
repetiría los grandes prodigios operados por Moisés en el Éxodo: conducir al
pueblo por el desierto y alimentarlo con el maná. La multiplicación de los
panes en el desierto era para la gente la gran señal de que estaba llegando el
tiempo mesiánico (6,14-15). Al tiempo de Lucas, en las comunidades
de Grecia, era importante confirmar a los cristianos en sus convicciones de fe
y orientarlos en medio de las dificultades. En el modo de describir la
multiplicación de los panes, Lucas recuerda la celebración de la Eucaristía que
se realiza en las comunidades de los años 80, y ayuda a las personas a
profundizar el significado de la Eucaristía en sus propias vidas. Además, en la
misma descripción de la multiplicación de los panes, como veremos, Lucas evoca
figuras importantes de la historia del pueblo de Dios: Moisés, Elías y Eliseo,
mostrando así que Jesús es verdaderamente el Mesías que viene a cumplir las
promesas del pasado.
4. La propuesta de Jesús y la
respuesta de los discípulos: Jesús dice: “Denles ustedes de
comer”. Los(as) discípulos(as) se asustan, porque sólo tienen cinco panes y dos
peces. Pero son ellos(as) los que deben solucionar el problema y la única cosa
que les viene a la mente es que la gente vaya a comprar pan. Sólo tienen la
solución tradicional, según la cual alguno debe procurar pan para la gente.
Alguien debe procurar el dinero para comprar pan y distribuirlo a la gente,
pero en aquel desierto, esta solución es imposible. Ellos(as) no encuentran
otra posibilidad de resolver el problema. O sea: Si Jesús insiste en no mandar
a la gente a sus casas, no hay solución para el hambre de la gente. No pasa por
sus mentes que la solución podría venir de Jesús y del pueblo allí reunido.
5. La iniciativa de Jesús para
resolver el problema del hambre: Había allí cinco mil personas.
¡Mucha gente! Jesús pide que la gente se siente en grupos de cincuenta. Y es
aquí, cuando Lucas comienza a usar la Biblia para iluminar los hechos de la
vida de Jesús. Recuerda a Moisés. Él es, de hecho, el primero que dio de comer
a la gente hambrienta en el desierto, después de la salida de Egipto (Num. Cáp.
1 al 4). Lucas evoca también a Eliseo. En efecto, es Eliseo quien en el Antiguo
Testamento, hace desaparecer el hambre de la muchedumbre con unos pocos panes e
incluso sobra (2 Re 4,42-44). El texto sugiere pues, que Jesús es el nuevo
Moisés, el nuevo profeta que debe venir al mundo (Jn 6,14-15). Todas las
comunidades conocían el Antiguo Testamento y a buen entendedor bastan pocas
palabras. Así van descubriendo poco a poco el misterio que envuelve la persona
de Jesús.
6. Evocación y significado de la
Eucaristía: Después que el pueblo se sienta en tierra, Jesús multiplica los
panes y pide a los(as) discípulos(as) que lo distribuyan. Cómo Lucas describe
el hecho. Dice: “Tomó entonces los cinco panes… y, levantando los ojos al cielo,
pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los iba dando a los discípulos
para que los fueran sirviendo a la gente”. Este modo de hablar
a las comunidades de los años 80 (y de todos los tiempos) hace pensar en la
Eucaristía. Porque esta mismas palabras serán usadas (y lo son todavía) en la
celebración de la Cena del Señor (22,19). Lucas sugiere que la Eucaristía debe
llevar a la multiplicación de los panes, que quiere decir compartir. Debe
ayudar a los cristianos a preocuparse de las necesidades concretas del prójimo.
Es pan de vida que da valor y lleva al cristiano a afrontar los problemas de la
gente no desde afuera, sino desde dentro de la gente.
7. El gran signo: Todos(as)
comieron, se saciaron y ¡sobraron cestas enteras! Solución inesperada,
realizada por Jesús y nacida desde adentro de la gente, compartiendo lo poco
que habían llevado: Cinco panes y dos peces. Y sobraron doce cestos, después
que cinco mil personas han comido de ¡cinco panes y dos peces!