10 dic 2011

2º Domingo de Adviento

2º Domingo de Adviento (B)
Marcos 1,1-8

1. Oración Inicial: Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia.  Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.  Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.

2.   Lectura:   ¿Qué dice el texto?

a. Introducción: La primera frase del Evangelio según San Marcos dice así: «Comienzo de la Buena Noticia de Jesús Mesías Hijo de Dios».  Para Marcos, la vida de Jesús es un hecho importante y él quiere presentar esta Noticia como una buena noticia (evangelio). Toda noticia, anuncio o relato de una persona, sobre todo cuando es comunicada como Buena Noticia, suscita mucho interés en el lector. Por eso, el Evangelio según San Marcos ha fascinado a tantos lectores a lo largo de veinte siglos. El contenido central lo constituye la persona de Jesús, Mesías e Hijo de Dios.  En estos dos títulos queda indicada la misión y la verdadera identidad de Jesús. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.

b. Leer el texto: Marcos 1,1-8: Leemos este texto de Marcos con mucha atención, tratando de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad.  Leerlo una segunda vez.

c. Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. Terminar cantando: “Tu Palabra me Da Vida”.

d.  ¿Qué dice el texto?

1)     ¿Con qué palabras comienza el evangelio de Marcos? ¿Qué quiere decir esas palabras?
2)      ¿Qué dice la cita del profeta Isaías sobre la misión de Juan Bautista?
3)     ¿Qué es el contenido y repercusión de la predicación de Juan Bautista?
4)     ¿Qué predicaba Juan sobre el Mesías?
5)     ¿Qué dice el texto sobre la persona de Jesús y sobre su misión?

3. Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida?  No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo.  Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.

  1. Juan Bautista pidió una conversión (cambio) de vida. ¿Cuál es el cambio que Dios está         pidiendo hoy de nosotros?  ¿Qué caminos deben ser enderezados hoy en nuestra sociedad?
  2. «Comienzo de la Buena Noticia de Jesús Mesías Hijo de Dios». La historia de Jesús es el comienzo y nosotros somos la continuación. ¿Cómo está presente en nuestras vidas y en la historia, la semilla de la Buena Noticia de Dios?
  3. Juan Bautista preparó la venida de Jesús. También para nosotros, la Buena Noticia nos llega a través de las personas y los acontecimientos bien concretos que nos indican el camino que lleva a Jesús.  En mi vida personal: ¿Quién me ha indicado el camino hacia Jesús?
  4. Y nosotros, ¿Hemos ayudado a personas descubrir la Buena Noticia de Dios en sus vidas?  Explique.
  5. ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad en nuestra vida?

4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. “Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino”.

5.  Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la realidad: Compromiso: Vivir la conversión implica un cambio profundo de vida, para seguir los pasos de Jesús. ¿Qué gesto concreto  de conversión puedes vivir esta semana? Llevamos una “palabra”.  Esa “palabra” o versículo que nos va a acompañar hasta que nos encontremos nuevamente. Seguramente se hará presente mientras participamos en nuestros quehaceres diarios.

6. Oración final: Señor, aviva nuestra fe, nuestro amor, nuestra esperanza, y danos creatividad para seguirte y construir tu Reino. Enséñanos a darlo todo, compartir nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestros dones. Padre Nuestro que estás en el cielo…  AMÉN.

Para Las Personas Que Quieran Profundizar Más


1. Clave de lectura: En los años 70, época en la que Marcos escribe su evangelio, las comunidades vivían una situación difícil. Desde fuera eran perseguidas, por el Imperio Romano. Desde dentro, se vivían entre dudas y tensiones. Algunos grupos afirmaban que Juan Bautista era igual que Jesús. Otros querían saber cómo debían comenzar el anuncio de la Buena Noticia de Jesús. En estos pocos versículos, Marcos comienza a responder, narrando cómo se inició la Buena Noticia de Dios que Jesús nos anuncia y cuál es el puesto que Juan Bautista ocupa en el proyecto de Dios.

2. Marcos 1,1: Comienzo del Evangelio de Jesús, Hijo de Dios
En la primera frase de su Evangelio, Marcos dice: Comienzo del Evangelio de Jesucristo, ¡Hijo de Dios! (Mc 1,1). Al final del Evangelio, en el momento de la muerte de Jesús, un soldado romano exclama: ¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios! (Mc 15,39). Al principio y al final está este título de Hijo de Dios. Entre el principio y el final, a lo largo de las páginas del evangelio, Marcos aclara cómo debe ser entendida y anunciada esta verdad central de nuestra fe: Jesús es el Hijo de Dios.

3. Marcos 1,2-3: La semilla de la Buena Noticia está escondida en la esperanza de la gente
Para indicar el comienzo de la Buena Noticia, Marcos cita al profeta Isaías. En el texto de este profeta aparece la esperanza que habitaba en los corazones de la gente en los tiempos de Jesús. La gente esperaba que el mensajero viniese a preparar el camino del Señor, según cuanto había sido proclamado por el profeta Isaías que dice: Voz de aquél que grita: Preparad el camino al Señor, enderezad sus sendas (Is 40,3). Para Marcos la semilla de la Buena Noticia es la esperanza suscitada en la gente por las grandes promesas que Jesús había hecho en el pasado por medio de dos profetas. Hasta ahora, la esperanza de la gente es el gancho al que se aferra la Buena Noticia de Dios, para saber cómo iniciar el anuncio de la Buena Noticia, es importante descubrir la esperanza que la gente tiene en su corazón. ¡La esperanza es lo último que muere!

4. Marcos 1,4-5: El movimiento popular suscitado por Juan el Bautista hace crecer la esperanza
Marcos hace como hacemos también hoy nosotros. Se sirve de la Biblia para iluminar los hechos de la vida. Juan Bautista había provocado un gran movimiento popular. ¡Toda la región de la Judea y todos los habitantes de Jerusalén iban al encuentro de Juan!  Marcos se sirve del texto de Isaías para iluminar este movimiento popular, suscitado por Juan Bautista. Indica que con la venida de Juan Bautista la esperanza del pueblo ha comenzado a encontrar una respuesta, a realizarse. La semilla de la Buena Nueva comienza a despuntar, a crecer.

5. Marcos 1,6-8: Juan Bautista es el Profeta Elías que la gente esperaba
Del profeta Elías se decía que venía a preparar el camino del Mesías “¡convirtiendo el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres!” (Mal 3,24; cf Lc 1,17), o sea, esperaban que Elías viniese a reconstruir la vida comunitaria. Elías era conocido como “un hombre vestido de pieles y con un cinturón de cuero a la cintura” (2Re 1,8). Marcos dice que Juan se vestía con pieles de camello. Indicaba con claridad que Juan Bautista había venido a cumplir la misión del Profeta Elías (Mc 9,11-13). En los años 70, época en la escribe Marcos, mucha gente pensaba que Juan Bautista fuese el mesías (He 19,1-3). Para ayudarles a discernir, Marcos cita las palabras del mismo Juan: “Después de mí viene aquél que es más fuerte que yo y de quien no soy digno de desatar sus sandalias. Yo he bautizado con agua. Él bautizará con Espíritu Santo”. Marcos nos dice que Juan señala el camino hacia Jesús. Hace saber a las Comunidades que Juan no era el Mesías, sino más bien su precursor.

6 «Comienzo de la Buena Noticia de Jesús Mesías Hijo de Dios». Así dice la primera frase de la fuente histórica sobre la vida de Jesús que llamamos Evangelio según San Marcos. La historia de Jesús es el comienzo y nosotros somos la continuación. El problema es que esta continuación de la historia de Jesús es una mezcla de traición a Jesús y también de fidelidad a Jesús; hay fracasos y éxitos. La historia de la Iglesia a veces reproduce la historia de Jesús y a veces la traiciona. Por eso es necesario un discernimiento. Es necesario volver a este «comienzo» de la historia de Jesús, para juzgar desde allí la historia de todos los cristianos. Marcos comienza su evangelio describiendo cómo fue el principio del anuncio de la Buena Noticia de Dios.  El comienzo, la semilla de la Buena Noticia de Dios, está escondido en nuestra vida, en nuestro pasado, en la historia en que vivimos. El pueblo de la Biblia tenía esta convicción: Dios está presente en nuestra vida y en nuestra historia.

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