11 oct 2012

Domingo 28


Marcos 10, 17-30

 1. Oración Inicial: Danos tu Espíritu Santo Padre, para que podamos acoger a tu Hijo que pasa por nuestra historia y así reconocerlo como el  que ofrece la vida por la humanidad. Danos una visión límpida, un corazón pronto para escuchar, danos el estar siempre preparados para colaborar en la construcción de tu Reino.   Amén.     Cantar el estribillo  “Espíritu Santo Ven, Ven”.

2.   Lectura:   ¿Qué dice el texto?

a. Introducción: El encuentro con un hombre piadoso y de buena voluntad, pero cuyas riquezas habían sofocado ya la actitud humilde y receptiva del niño, sirve a Jesús para concluir su extensa catequesis tras su segundo anuncio de la pasión. En ella reitera la enseñanza precedente y advierte del peligro de las riquezas, señalando a la vez la recompensa del desprendimiento.  Abramos nuestros corazones a la Palabra de Dios.

b. Leer el texto: Marcos 10, 17-30: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva para escuchar a Dios. Leerlo una segunda vez. 

c. Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio, para dejar que la Palabra de Dios impregne el corazón y la mente.     Terminar cantando: “Tu Palabra me Da Vida”.

d.  ¿Qué dice el texto?

1)   Cada persona lee el versículo o palabra que más le tocó el corazón.

2)   ¿Quién se acerca a hablar con Jesús y qué le pregunta?

3)   ¿Qué le dijo Jesús y qué respondió el hombre?

4)   Al mirarlo con amor, ¿Qué le dice Jesús que le falta para seguirlo? ¿Cómo reaccionó el hombre?

5)   ¿Qué le comenta después Jesús a sus discípulos?

6)   ¿Qué palabras alentadoras, pero no tranquilizadoras, da Jesús a las personas dispuestas a hacer los sacrificios necesarios para ser su seguidor(a)? 

3. Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida?  No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo.  Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.

  1. ¿Cómo es nuestra relación con los bienes materiales?
  2. ¿Qué exigencias de Jesús sobre los bienes y la riqueza cobran especial vigencia para la realidad que vivimos hoy?
  3. ¿Qué nos falta dejar o renunciar hoy para ser seguidores(as) de Jesús?
  4. ¿Qué hay de común y de distinto entre la realidad del tiempo de Jesús y el nuestro?
  5. ¿Qué impide, en nosotros y nosotras mismas, construir el Reino de Dios?
  6. Nosotros y nosotras, ¿cómo compartimos y somos solidarios con la gente?
  7. ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy?
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra?  Hagamos nuestra oración comunitaria; oraciones dirigidas directamente al Señor. Hablar con él, contarle, decirle lo que uno quiere o siente.   (Peticiones, Alabanzas, Acción de  gracias a Dios, Súplicas de perdón…)

 5.  Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la realidad: Compromiso: De este mensaje que Jesús nos ha dado hoy, comprendemos que él nos invita a dejar todo lo que no es necesario y compartir, desde lo poco que tenemos, para ir haciendo posible el Reino de Dios. ¿Qué puedes ofrecer esta semana como gesto concreto de solidaridad? Llevamos una “palabra”.  Esa palabra o versículo nos va a acompañar hasta que nos encontremos nuevamente.

6. Oración final: Señor, ayúdanos a seguir tus pasos y caminar según tu Espíritu. Sabemos que hay que dejar y renunciar mucho para que tu Reino ocupe el centro de nuestra vida y nuestra historia. Señor, que aprendamos a compartir y ser solidarios. Haz que desprendiéndonos de todo aquello que nos ata, podamos hacer que nuestro testimonio brille con más claridad para la vida del mundo.   Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario