22 mar 2012

CUARESMA 1º Domingo de Cuaresma (B)

Marcos 1,12-15


1. Oración Inicial: Señor de la Vida, envíe tu Espíritu Santo. Concédenos escuchar con apertura de corazón el mensaje de tu Palabra para que vivamos siempre conforme a tu voluntad y actuemos como luz y fermento del mundo.  AMÉN.  Cantar "Espíritu Santo Ven, Ven".

 2. Lectura: ¿Qué dice el texto?

a)  Introducción:  El texto de hoy nos presenta el comienzo de la vida pública de Jesús: los cuarenta días en el desierto, las tentaciones de Satanás, la prisión de Juan Bautista, el inicio del anuncio de la Buena Nueva de Dios y un breve resumen en cuatro puntos de lo que Jesús anunciaba al pueblo de su tierra. Durante la lectura pongamos atención a estos dos puntos: ¿Qué anuncia Jesús al pueblo? ¿Qué nos pide Jesús a todos? Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.

b. Leer el texto: Marcos 1,12-15: Leemos este texto de Mateo con mucha atención, tratando de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su comunidad. Leerlo una segunda vez.

c. Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. Terminar cantando: “Tu Palabra me Da Vida”.

d. ¿Qué dice el texto?

1)    ¿Qué versículo o parte del texto te impresionó más? ¿Por qué?

2)    Cuarenta días en el desierto y, al final, las tentaciones. ¿Cuál sería el significado de esta información para la comunidad del tiempo de Marcos?

3)    ¿Fue la prisión de Juan Bautista lo que motivó a Jesús a regresar a Galilea y comenzar el anuncio de la Buena Nueva de Dios? ¿Cuál es el significado de esta información para la comunidad del tiempo de Marcos?

4)    El texto de hoy incluye el "primer sermón de Jesús", su primera predicación, o, si queremos, lo que fue de algún modo su "manifiesto", su "proclama" que resume de algún modo todo lo que será su misión y su mensaje. ¿Cuales son los cuatro puntos que Jesús anuncia al pueblo?

5)    Comentemos el significado de los elementos que contiene esa "proclama de Jesús".

3. Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida? No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.

  1. ¿Qué significa para nosotros el hecho que Jesús fue tentado?
  2. ¿Fue la prisión de Juan Bautista lo que motivó a Jesús a regresar a Galilea y comenzar el anuncio de la Buena Nueva de Dios? ¿Y cuál es el significado para nosotros hoy?
  3. Cuarenta días en el desierto y las tentaciones. ¿Cuál es su significado para nosotros hoy?
  4. ¿Qué significa para nosotros?,  “Conviértanse” y “Crean en la Buena Noticia
  5. En la situación actual de nuestro país, y del mundo, ¿cuáles podríamos decir que son las tres más grandes tentaciones con las que se encuentra todo ser humano y todo cristiano?
  6. ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad en nuestra vida?
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su Palabra? Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra vida. «El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Nueva».

5. Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la realidad: Compromiso: Participar en el Reino de Dios significa un verdadero cambio de vida: ¿En qué podemos cambiar esta semana para ofrecerle a Señor?  Llevamos una “palabra”. Esa “palabra” o versículo que nos va a acompañar hasta que nos encontremos nuevamente. Seguramente se hará presente durante la semana mientras participamos en nuestros quehaceres diarios.

6. Oración final: Dios, Padre nuestro, te pedimos nos ayudes a empeñarnos en una auténtica conversión de nuestros corazones y nuestra vida personal y comunitaria, a la vez que nos esforzamos por transformar nuestra familia, nuestra sociedad, el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.   AMÈN.  Padre Nuestro, que estás en el cielo…
 

Para Las Personas Que Quieran Profundizar Más

1. Tentación en el desierto (1,12-13): La condición mesiánica de Jesús y su filiación divina no le sustraen de la historia humana y, consiguientemente, tampoco de sus pruebas y sufrimientos. Al contrario. Le sumergen de lleno en la lucha que en esa historia se libra. También él, como verdadero hombre, tiene que vivir el desierto de la prueba y recorrer el duro camino –al igual que lo hizo el pueblo de Israel– que conduce a la salvación. Pero ¿en qué consiste esa prueba purificadora de su estancia en el desierto? Marcos, a diferencia de Mateo y Lucas, no ofrece aquí la respuesta. Intentará darla a lo largo de toda su obra, porque la tentación se prolongará durante todo el desarrollo de su misión mesiánica. Siempre habrá alguien que pretenda disuadirlo, apartarlo del camino que el Padre le ha trazado. Su vida será una constante lucha entre el “fuerte” y el “más fuerte” (Mc 3,21-30), lucha que concluirá en una victoria definitiva para él, anunciada ya desde ahora con las imágenes de los animales salvajes y los ángeles a su servicio (Gn 2 y 3). Jesús será el segundo Adán, que, venciendo a quien venció al primero, restablecerá para toda la creación el proyecto originario de Dios.

2. ¡La espera ha terminado! Para algunos judíos el tiempo para la llegada del Reino todavía no había terminado. Para los fariseos, por ejemplo, el reino llegaría cuando la observancia de la ley fuese ya perfecta. Para los esenios, cuando el país estuviera purificado. Para los herodianos cuando ellos hubieran poseído el dominio del mundo. Jesús piensa de forma diversa. El tiene una manera distinta de leer los hechos. Dice que la espera ha terminado.

3. ¡El Reino de Dios ha llegado! Para los fariseos y los esenios, la llegada del reino dependía del propio esfuerzo de cada uno. Sólo llegaría cuando hubiesen realizado su parte, esto es, observar toda la ley, purificar todo el país. Jesús dice lo contrario: "El Reino de Dios ha llegado". Ya estaba allí, entre ellos. Independientemente del esfuerzo hecho. Cuando Jesús dice "El Reino ha llegado", no quiere decir que está por llegar solamente en aquel momento, sino que él ya está allí. Lo que todos esperaban estaba ya presente, en medio del pueblo, y ellos no lo sabían y menos aun lo percibían. Jesús lo percibió porque leía la realidad con otra mirada. Es esta presencia escondida del Reino en medio del pueblo, la que Jesús revela y anuncia a los pobres de su pueblo. Es esta semilla del reino la que recibirá la lluvia de su Palabra y el calor de su Amor.

4. ¡Cambiar la vida! Algunos traducen: "hagan penitencia"; otros: "conviértanse" o "arrepientan". El sentido exacto es cambiar el modo de pensar y de vivir. Para poder percibir esta presencia del Reino la persona debe comenzar a pensar, vivir y actuar de un modo diferente. Debe cambiar la vida y encontrar otro modo de convivencia. Debe dejar aparte el legalismo de la enseñanza de los fariseos y dejar que la nueva experiencia de Dios invada su vida y le dé ojos nuevos para leer y entender los hechos.

5. ¡Crean en la Buena Nueva! No es fácil aceptar el mensaje. No es fácil comenzar a pensar de un modo diferente del que se ha aprendido desde pequeño. Esto es posible a través de un acto de fe. Cuando uno llega con una noticia inesperada, difícil de aceptar, se acepta sólo si la persona que la anuncia es digna de crédito. Y así dirá a los otros: "¡Se puede aceptar! Yo conozco la persona, ella no engaña. Es de confianza, habla con verdad". ¡Jesús es digno de confianza!

6.  El Proyecto de Jesús: El Reino de Dios:  Al comienzo del relato de Marcos sobre la vida de Jesús, antes de presentar su práctica liberadora, se nos dice de una forma muy solemne;  Después que tomaron preso a Juan, Jesús fue a la provincia de Galilea a proclamar la buena nueva de Dios. Hablaba de esta forma: «el plazo está vencido, el Reino de Dios está llegando. Tomen otro camino y crean en la Buena Nueva». (Marcos 1:14-15). Es un hecho histórico innegable, atestiguado por toda la tradición y todos los documentos y fuentes, que el centro de la acción y predicación de Jesús fue el Reino de Dios. Jesús no se predicó a sí mismo, tampoco predicó a la Iglesia; ni siquiera podemos decir que el objeto de su predicación fue Dios en sí mismo; sino el Reino de Dios. Este fue el secreto más profundo de la vida de Jesús; su proyecto histórico; su estrategia, el sentido de su vida.

7. ¿Qué significa Reino de Dios? La palabra reino no tiene un sentido estático: no expresa un territorio o una estructura real (una corte monárquica).. Reino tiene en los Evangelios un sentido dinámico: expresa la acción de Dios. En toda la tradición bíblica Dios siempre actúa con dos características: (1) su acción se realiza al interior de la historia y (2) tiene un sentido liberador. Dios interviene en la historia para restaurar su proyecto de vida. Cada vez que los hombres destruyen el proyecto original de Dios y esta destrucción se revela sobretodo en la opresión de los pobres, entonces Dios interviene en la historia para liberar y ordenar el mundo de acuerdo a su voluntad original de vida, fraternidad y libertad. La acción liberadora de Dios en la historia más famosa y recordada fue el Éxodo, cuando Dios liberó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.

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